RURALKEANDO entre viñedos Tarraconenses

Resumen de Ruta I

Hemos estado Ruralkeando por la zona de Tarragona visitando nuestros hoteles asociados. El Castell de Gimenelles y La Siuranella. Debemos decir, que no podíamos haber estado mejor atendidas, hemos comido hasta explotar regándonos con los mejores caldos y nos hemos paseado por entornos más que especiales.

Mirad que vista tiene La Siuranella, envuelta de escarpadas montañas, vías de escalada y situada en medio del Priorato, zona vinícola que tiene una de las dos DOQ de España. (La otra está en un área de la Rioja). Nos atendieron Pau y AnaÏs y de su mano degustamos los placeres culinarios de la zona. Ambos han trabajado en restaurantes estrella Michelin de la costa Brava, antes de dejarse seducir por las leyendas y la tradición del Priorato. Muy cerca, rodeada de viñedos y bodegas se encuentra la “Cartuja de Escala Dei”, que fue la primera cartuja que se construyó en España y el motivo fue, porque un pastor local vio como unos ángeles ascendían al cielo por una escalera escarbada en la montaña. Nosotras sí que vimos los ángeles, durante la noche que pasamos en La Siuranella de lo bien que descansamos. Al levantarnos y en medio de una niebla espesa, recorrimos el pueblo, considerado Patrimonio Nacional (la noche anterior tuvimos que dejar el coche en la entrada del pueblo y recorrer las calles empedradas) para visitar los recónditos rincones que esconde.

Jordi y Maite del Castell de Gimenelles nos recibieron con su amabilidad característica, ofreciéndonos unas habitaciones donde el espacio es su dueño y la comodidad su bandera. Cada una de ellas diferente en forma y decoración paro respetando la historia del edificio (mi cama tenia un dosel muy romántico). La mano de Jordi en los fogones ha sido reconocida por varias firmas gastronómicas y no puede ser de otro modo. La exquisitez de sus cremas, sopas, ensaladas, las carnes con sus salsas y los postres dejan al comensal sin palabras (en nuestro caso con la boca abierta). El Castell esta situado en medio de un monte, rodeado, literalmente, por campos y viñedos que hacen de tus amaneceres un placer divino.

¡Debéis visitarlos, ahora que ya les conocéis!