2 de junio de 2008

Internet es un canal vivo

Desde la perspectiva de alguien que trabaja en el mundo empresarial de hoy en día, en mi caso promocionando hoteles con encanto, esta entrada es extrapolable a muchos más ámbitos y sectores que seguro que así lo entenderán.

Internet es un universo en sí mismo. Para muchos, es un canal más, para otros un foco de información, o de ocio o de comunicación, o de negocio...

En lo que todos estamos de acuerdo es que tenemos ante nosotros un "ente" infinito en sus posibilidades y que según avanzan los años, va tomando mayor relevancia a nivel global.

El motivo principal que avala esta afirmación es el incremento continuo en cuanto a creación de nuevas páginas web, de más portales, buscadores, blogs, comunidades... que va experimentando la red de redes paulatinamente.

La red está ahí y el público y la sociedad hacen uso continuo de ella con diversos fines, pero la realidad es que el instrumento es el mismo.

Ese aspecto es lo que nos demuestra que Internet está viva. Es un canal en continua evolución, la hemos visto nacer y día a día nos vamos sorprendiendo con su proceso de maduración al cual no podemos dar la espalda.

Ese dinamismo y ritmo vertiginoso permite que diariamente surjan competidores en los mismos nichos de mercado que consiguen afianzarse gracias a planteamientos estratégicos muy concretos enfocados a conseguir fines a corto plazo.

Las formas de promoción y de comunicación han cambiado, tanto en forma como en fondo. Quien no quiera admitirlo está cayendo en un terrible error. Internet es un arma de doble filo, ya que todo lo que te permite conseguir te lo puede quitar en muy poco tiempo.

Con todo este discurso previo, el mensaje que quiero transmitir es que no es adecuado en absoluto descuidar ni la imagen ni el contenido de los sitios web. Internet no es un canal que permita simplemente tener presencia y permitir que ésta se oxide y se quede obsoleta. No se puede "vivir de las rentas", haber trabajado una vez y pensar que el trabajo ya está hecho. En este tipo de "escaparates", el trabajo nunca está hecho y mucho menos terminado. Si esa es la idea, mejor no tener presencia, eso sí, valorando a priori que a día de hoy quien no está en Internet no existe. Pero existir por "estar" ofrece más descrédito que éxito.

De ahí la necesidad de comprender que al estar viva la red hay que seguir invirtiendo esfuerzos, estrategias y desarrollos en mantenerse dinámicos y saber adecuarse a las novedades que surgen diariamente e incluso de saber anticiparse a las nuevas tendencias consiguiendo destacar entre los competidores.

Por poner un ejemplo gráfico, en un sector tan complejo y competitivo como el de los hoteles con encanto, lamentablemente es triste comprobar el enorme porcentaje de establecimientos que han generado un espacio propio en la red para luego abandonarlo a su suerte.

Una herramienta costosa de diseñar y complicada de promocionar no se puede dejar de lado y mucho menos en un universo en continuo cambio y evolución.

Conseguir una visita a una página web es un lujo y parece que no se comprende su importancia. El hecho de que una persona emplee su tiempo en buscar un contenido concreto (en este caso un hotel) y primero encuentre una página en cuestión y luego decida entrar en ella es un proceso muy difícil de conseguir, por lo que cuando se logra hay que tener la conciencia tranquila de que se ha hecho todo lo posible por ofrecer el contenido que demandaba, incluso ampliado, y todas las facilidades posibles para ya no sólo que acabe reservando ese establecimiento, sino para no generar además de la pérdida del cliente, una impresión negativa que lastre aún más la imagen que ha ofrecido ese establecimiento.

¿Cómo conseguir convencer a ese cliente?

Las respuestas pueden ser variadas, pero hay un mínimo de criterios que deberían ser cumplidos siempre, con independencia de mejoras concretas que se deseen implementar para completar el servicio que se desea ofrecer.

Estos son:

1) Imagen limpia y homogénea, con conceptos bien estructurados.

2) Usabilidad de la web: Organizar los apartados de la página de una manera práctica, casi intuitiva, que permita al usuario poder anticiparse a lo que contiene cada sección.

3) Ofrecer al cliente la posibilidad de conocer las instalaciones del hotel a nivel gráfico, con imágenes representativas de lo que se está ofertando, siempre estructuradas con orden y criterio, evitando barras de desplazamiento infinitas y posibilitando el acceso a la información principal sin cortapisas.

4) Muy importante: Actualización: mantener actualizado el cuadro de tarifas y las temporadas del hotel, las imágenes de aquellas estancias o zonas comunes que hayan sufrido modificaciones, la carta del restaurante, etc. Resulta indamisible visitar páginas de hoteles que presentan en su apartado "tarifas" las del año 2003. La imagen que ofrece es de dejadez, pobre y desaliñada; comparativamente, podríamos plantear el símil de que es igual que si encontrasen la habitación del hotel sin arreglar.

Para todo ello, como en todo, hay que poner atención y emplear esfuerzos enfocados a tener en Internet un aliado, no un verdugo. El hecho de no tener ya relación con quien hizo la web hace muchos años no justifica de cara al público la imagen que se ofrece.

Continuando con el mismo ejemplo, sería que el cliente no tiene por qué soportar que la habitación no esté arreglada cuando se hospeda. A nivel de imagen y de promoción, igual de grave.

Tenemos que concienciarnos todos los que empleamos Internet como plataforma para ofrecer productos y/o servicios de que su mantenimiento tiene que formar parte de nuestras labores cotidianas, como coger el teléfono o revisar el correo electrónico, tema que abordaré en mi siguiente entrada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario